Monday, April 02, 2007
otoño y familia
El otoño asoma su nariz, bueno, tenga nariz o no, me da lo mismo en verdad, ámolo igual; es chori recordar cuando en el colegio me enseñaban (o me obligaban a repetir, quien sabe) que en ésta estación las hojas se caen ¡ta ta ta ta ta! al suelo y en primavera es tiempo de amor con alergia y momento de regalarle flores a la amada para crearle más molestias .
Me provoca ternura mirar a la gente cuando tengo la nariz roja rodolfina y helada alaska, y reírme de las chicas que por la ciudad y bajo la lluvia, si bien no andan cantando, tienen los ojos rojitos como conejo porque el maquillaje le entró a los ojos; adivinar quiénes se broncean en solariums y quiénes fueron a la nieve por un fin de semana son parte de mi Lista Invernal de Kill Bill cuando ando tramitando, porque soy una persona muy ocupada.
La big lata es escapar del frío y la humedad durante las clases y molestarme cuando se me ondula el pelo, rogando que llegue el último día de la semana y gritar como si fuera la primera vez que lo hiciera por fin es viernes.
Y es que hablando en serio, escuchar canciones bonitas un sábado después del té, bañarse con agua hirviendo y dormir abrazada con mi mamá luego de hacer un kuchen, esperar a mi tío con paraguas iéndome a buscar donde sea que me haya llevado el deseo de hacer y deshacer, ver amanecer a mi hermano con polerón porque no aguantó el frío que entraba por la ventana y pillar canciones en la radio que me recuerden junto a mi papá cuando pequeña, son cosas que cada tiempo de heladas me provocan la extraña sensación de la alegría de llorar.
Labels: amor, cp, familia, frío, kill bill, otoño
allen
Me encanta el frío,disfrutarlo es reconfortante,luego viene la lluvia,y al igual que tú,me dan ganas de llorar cuando recuerdo viejas canciones que escuchaba con mi papá,que por cosas del destino debo escuchar a la distancia.
Me gustó lo que acabo de leer,y en estos momentos estoy deseando de que sea fin de semana,no quiero hacer nada jaja.
I forgot my mittens
Wipe my nose
Get my new boots on
I get a little warm in my heart
When I think of winter
I put my hand in my father's glove
I run off
Where the drifts get deeper
Sleeping beauty trips me with a frown
Saludos y me gusto el diseño del blog...
darkromanticism estuvo aqui y planea descansar los dias santos, estara en casa leyendo tu blog a detalle...
En fin, cuidate mucho y estamos parlando.
Adiós.
Depresivo, pero entretenido
Frio, pero no tanto
La etapa ideal de inspiracion
Saludos
Estas épocas otoñales me recuerdan mis tiempos en Gran Avenida, cuando caminaba por esas calles bajo la lluvia, cuando me mojó una micro, entre otros taldazos... ver desde el 5º piso de mi ex colegio esas gotas caer con fuerza, con temeridad loca que sólo deseaban intentar hacerme feliz en esos años (1999).
Ahora la lluvia por estos lados me causa extrañeza, como que el otoño y el frio de la zona poniente y casi rural me suena a nostalgia de mi proceso de vida cuasi intermedio, con las caminatas solitarias cuando me bajaba del bus Talagante en Camino a Melipilla, caminando por Parque Central y llegando a casa, pero admirando el cielo, tan natural y con ganas de expresar ese llanto por su maltrato espacial.
Quiere un tecito ? :)
kurotashiO!
La verdad, es que prefiero el otoño, e incluso el invierno, que no es tan bonito, por unas cuantas razones:
-Los británicos en su versión primaveral, de temporada de apareamiento, me producen algo de vergüenza ajena. Después de conocerlos en su versión circunspecta invernal, es un choque verlos pasear en los parques sus blancas pantorrillas que los vestidos de turista no cubren.
-Me mata que los días estén durando tanto y la noche tan poco. La semana pasada tuve que caminar mucho bajo este sol tímido de más allá de los trópicos, y eso alcanzó para provocarme dolor de cabeza. ¿será que me mordió un vampiro? Porque por acá esto se está llenando de rumanos (algunos, transilvanos)
Por otro lado, aunque esta primavera comenzó muy bien, comenzó de manera inmejorable, con una visita deliciosa, la visita ya se fué, y ahora lo que la primavera tenía de idílico ya se volvió fastidioso. El "amor que está en el aire" no hace más que recordarme que estoy sólo, como diría un poeta colombiano, como "un perro nostálgico y lanudo"
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