Oye, ¡PERO OYE!

Tan solo quedo el fin,
el viejo maniquí donde probabas tú,
la seda y el shifon que llamo la atención
a todo aquel que vio tu cuerpo de principe
y ahora quedo ahí, tirado en un rincón
en el viejo desván, guardando la emoción de cosas que no están
y vuelvo a recordar las horas de tibieza,
y creo redimir el loco ir y venir,
tu cuerpo de hombre buscando por doquier
el nuevo figurín para poder lograr decorar tu belleza
y yo desde un rincón contemplo tu actuación
tratando conseguir con gran preocupación
algún nuevo color que luego te pondrás y lucirás [...],

¡Ay Rosa! ¡Nos asesora Sandro!
Como usted podrá apreciar, uno de mis recursos facilistas es Sandro y sus letras. Ay, como lo amo, si hasta fotolog le cree y, con imagen suya que se cruzara ganaba más y más puntos de amor mío y de otras tipas desde los 15 hasta los 95 años. Y lea El Maniqui, una de las más profundas canciones, la que me tocó hoy en la mañana al despertar del sueño del año.
Ojalá fuera La Monja Enana para vivir de su canción más conocida, que no nombraré.

las lagrimas empañan la visión
y veo en el rincón del viejo maniquí,
aquel que yo quise.
Dime tu, por que me abandonaste,
o acaso no lograste las cosas que soñabas,
no viste con que ganas que yo trabajaba luchando sin descanso para darte mi abrigo,
o acaso, o acaso no entendiste que te amaba,
como te ama una amante, como quiere una amiga,
mas tu, creíste que eras rey
que yo tu esclava debía darte todo y así ,
y así te di mi honor y me anulaste
y te regale todo,
te dime sangre,
mis sentidos,
mis caricias,
y tu todo lo tomaste
y me anulaste,
mas, mas cuando te pedí un poco de amor,
tu sin mirar hacia atrás,
te marchaste,
devuélveme el amor,
dame la vida,
dame la vida que te di,
dame los sueños,
devuelve corazón aquí a mí pecho que ya vació
y ya desecho de llorar
se acuerda hoy de ti,

# posted by Catalina Pimentel : 8:16 AM