Oye, ¡PERO OYE!

Relato fantástico: Mezcla elementos de la realidad con elementos fantásticos, los cuales deben provocar en el lector una sensación del tipo realidad.

Mundo Fantástico

Viaje en tren

Faltaban diez minutos para que el metro-tren partiera. Me fue a despedir mi familia al terminal. Ver sus rostros desde el asiento del vagón me provocó una pena tremenda de dejar esa tierra, pero ya era hora y no podía dar marcha atrás.

El tren se dirigía hacia Graneros, un pueblo cercano a Santiago. Aun rural, aquí vivían mis abuelos que me esperaban para saber que había sido de mi vida desde que ellos me dejaron en lo que fue mi hogar, donde crecí y di mis primeros pasos. Luego de cuarenta y cinco minutos de viaje más bajar del tren y buscar la dirección de mis abuelos, llego a la humilde morada en la cual viví algunos inviernos en edad preescolar.

Cuando nos encontramos nos reconocimos inmediatamente, seis ojos se volvían a reconocer y revivían un fuego en su interior. La casa estaba tan mágica como siempre, y por supuesto me dirigí hacia la habitación a la cual nunca pude entrar, solo una vez lo logré y lo que vi fue impresionante. Escuché hablar años atrás a mis abuelos, que en caso de problemas podrían escapar a un lugar infinito y blah blah. Sin dudar, cuando ellos comentaban la situación pensé en la habitación, me dirigi hacia ella y al girar la manilla de la puerta sentí ese olor a estrellas del que alguna vez escuché hablar. Ese olor a astros que solo algunos sienten en su vida. Vi polvo lunar, fuegos de sol . Pero esta bella imagen que se presentaba a mis ojos fue quitada drástica y bruscamente por la fuerte mano de mi abuelo.

Nos sentamos a tomar un café cuando les pregunté primeramente por esa imagen, si fue un sueño, real o si fui de los pocos afortunados que viven esto. Ellos sin titubear y con una mirada taciturna y secreta, toman un tono serio de voz pero con amables movimientos de manos, se paran de la mesa y me enseñan nuevamente esta vista.

Más nervioso que nunca y preparando mi memoria para no olvidar esto, nos dirigimos hacia la habitación y una brisa espacial inunda nuestros pulmones. Luego de eso, entramos al cuarto y jugamos entre las estrellas, parecíamos felinos sobre algodón. Nos rejuvenecimos y disfrutamos.

Dos semanas de juegos espaciales y caseros inundaron nuestro calendario, regalándome una bella velada familiar, regalándoles diversión. Semanas inolvidables y a mi parecer, las más importantes de mi vida. Yo, con todo mi corazón espero toparme alguna vez con otro hombre que haya vivido esta única experiencia.

# posted by Catalina Pimentel : 10:01 PM