Thursday, June 29, 2006
smell like winter
El invierno ha llegado, lo siento en el aire. Y cada vez que llueve recuerdo las pelis donde la tipa y el tipo se besan con lujuria y pasiones desenfrenadas bajo la tormenta, él con el pelo más aplastado que nunca, con polera habiendo -30ºC y ella con la pintura corrida, tiritando no se sabe si de frío o de miedo. Cuando llegan esas imágenes me río, y pienso, y no imagino una tarde mojada porque no pololeo ni joteo. Éste año he sido la single de oro; no me ha gustado nadie.
Antes había tiempo para pololear pero nunca hubo tiempo para dedicar esa canción que siempre quisiste que te entregaran porque el grupo era demasiado ñoño como para que te pudieran entender, y en tu mente pensabas en algún día tener un novio a-lo-Berlanga y que esté bien vivo, ojalá siempre con ganas de ir por la calle riéndose de las parejas en las plazas friolentas con el pasto cristalizado; sabiendo que jamás se burlarían de tí porque nunca serías payaso de vereda. Ideas esas. Total, siempre las parejas en las plazas son un cuadro digno de Laura en América.
No diré que éste invierno será más frío que el anterior porque no sé como fue el del año pasado mas yo no me congelo, no soy una canción de Lors Prisionerors.
Solo sé que en ésta estación del año mi pelo se encrespa, se hinchan mis ojos y me depilo (a diferencia de otras personas que en invierno pasan por un período de piernas acolchaditas envidiable).
Dato curioso: el invierno se pasa rápido, son solo tres meses de frío, acción, desamor, melodrama, guaguas ciegas, cachorros y nuevas historias viejas. Elementos que se repiten en el bello verano con un poco más de sabor a arena y sol, el mar azul, contigo yo, conmigo atún.
Wednesday, June 21, 2006
La aserruchada es gratis
Porque definitivamente la vida no es una serie de humor británico, ni tampoco una lotería, pero lo bueno te lo ganas o lo robas; es la técnica. Para ser feliz, si no se es tonto bueno eres el abusivo buena onda que dice-que-luces-bien-cuando-el-rostro-no-te-lo-quita-nadie. ¿A qué viene todo ésto? Sucede que cuando bajo de la micro debo elegir dos caminos: el largo con esquina almacenera o el de la diagonal aburrida. Hoy por ejemplo en el camino largo había niños jugando a la pelota y una vieja barriendo; mas en el diagonal habia dos gallos limpiando con una carretilla. Los niños costaban 100 pts. Y los tipos no sé. Y como ambiciosa soy, me fui por el largo, ganando puntos, pisando el agua y arrastrando los pies, inventando ésto.
Y se siente bien saber que tuviste el peor día de tu vida y en una nube intangible ver la cara de Sandro diciendo Al final la vida sigue igual. Porque sigue señores, sigue y seguirá. Y si no es Vd. el que vive, alguien lo hará tomando su lugar (lamentablemente). Ya que si no matas a otro; no logras subir. Y siempre será así, y tiran para abajo a quien merece lo mejor. Como si se fuera a recibir unas sonrisas grabadas y la voz en off diciendo corte. Suena horrible; pero hay gente así (¿o seremos así?) y más de alguna vez hemos actuado de la misma manera; aplicando la técnica. Confieso que lo he hecho y se siente bien; no el hecho de haber aserruchado a otro, ojo, sino que de tener ese-no-sé-qué de manera "legítima" y de la única forma vista.
Y ahora mientras veo mis dedos tipear y siento mi cabeza pedir a gritos que debo teñirme el pelo; quien sabe si estoy pronta a que me pisoteen, o qué se yo si le aserrucho el piso a alguien sin darme cuenta. Chan.
Thursday, June 08, 2006
el soliloquio
En un soliloquĭum heróico y solitario he concluído que soy una persona con suerte. Éste es un post para leer en familia tomados de la mano lego de esperar el inexistente postre del abundante y contundente (pero nunca bien ponderado) almuerzo del domingo.
Vegetariana por convicción y agnóstica por un tema de practicidad, con mis cuatro extremidades bien puestas y con un intestino irritable de los mil demonios + una rinitis caída no precisamente del cielo; vivo en una casa linda con una familia súper normal compuesta por una mamá valiente y escultural que si bien no hace los mejores postres, tiene mucho que entregar. Un padre diferente y voluble al cual temas de conversación no le faltan, un tío de oro con el corazón más grande y un hermano total y medio lounge que me enseña cada día sin que se de cuenta, que hay que encantarse con la buena música.
La vida es como me la tomo, bien light. He tenido enemigos, odio de broma. Cuando chica consumí menos golosinas que todos ustedes juntos, las veces que he ido al Mac Donnalds son contadas, me carga la comida chatarra, no tuve paperas ni esa fea peste cristal.
Nunca fui elegida reina en el curso, jamás hice máscaras de yeso ni figuras con perros para la ropa; pero no me faltó un cumpleaños cuando chica y aseguro que ninguna otra niña compró alguna vez para su fiesta una piñata con forma de balón de fútbol. Ambiciosa por herencia, ni vanidosa ni pretenciosa; no sé hacer ecuaciones y tampoco sé programar, no tengo suerte en el amor y nada me lo tomo en serio.
Como pueden ver, soy una afortunada más del montón con ventajas y desventajas, con familia y harto blah, con el hermano mayor que no te pesca y el papá que te da plata cuando se acuerda. Puedo decir al menos que a éstos cortos y aburridos 16 años he vivido, conozco la nieve, el mar, pero aun no el desierto.
Y es en éstos instantes cuando me siento como los niñitos del spot de Omo que se ensucian para salvar al mundo de la caries, o algo así.
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